A primera vista podría decir que es mi nombre, con un pequeño toque de diferencia en la diéresis, marcando la "A" de Antoñanzas.
Pero si indagamos un poco más, "PÄT " es el número cinco en eslovaco.
¿Y por qué el cinco? El cinco es mi número de vida, y responde a Libertad. Desde que lo descubrí me he sentido muy identificada con todos los valores que representa: el crecimiento personal, los nuevos retos y mantener una actitud positiva ante la vida.
Es por ello, que cuando tuve que elegir un nuevo nombre para darme a conocer en el mundo del evento, pensé: "Qué mejor, que mi propia esencia sea la que me guíe en esta nueva etapa que está empezando a crecer".